Las pitonisas – Delfos, El Ombligo del Mundo

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Delfos (Grecia) es sin dudas, testigo de los cambios planetarios del pasado, espacio de la antigua emanación de la Kundalini. Esta energía vital del planeta emanó parte de su conciencia desde allí manifestando la cuna de las primeras sacerdotisas de esa zona, que serían conocidas como Las Pitonisas, nombre que se les atribuye por la serpiente Pitón que claramente está asociado al manejo de la alquimia sexual interna.

Alrededor del 1.300 a.c este espacio comenzó a prepararse para albergar la consciencia uterina del planeta dando a luz un lugar sagrado representado por un gran vórtice de conexión con el campo magnético femenino, siendo las mujeres las primeras en lograr una conexión con este campo para después poder entregar este cuerpo Ka a hombres sabios que despertaron su Alquimia Sexual y poder filosófico gracias al auge de este gran portal femenino. En paralelo, a mediados del 1.300 a.c, Nefertiti y Akhenaton hacían lo mismo en Egipto, donde su trabajo se centró en devolver la conciencia y culto al sol, la esencia de la cual todos venimos. Si hablamos de nuestra fuente u origen podemos remitirnos directa y totalmente hacia el sol central, donde todos fuimos uno, desde donde nos fragmentamos, un gran sol dividido en pequeñas porciones, en llamas, cada una portadora de la esencia. Pero todo este sol fue gestado en un campo magnético, y ese campo es La universus, el útero. Delfos fue en su momento el fractal de esa esencia, comenzando por las primeras manifestaciones de mujeres, testigos de sus propios oráculos en las cuevas de ese lugar.

Estas Pitonisas tomaron conciencia de su gran poder, esto hizo que la luz femenina dormida por tantos años pudiera despertar para reconocer la luz esencial que hay en ellas por ser gestadoras y creadoras del fuego, el sol, el campo eléctrico. Cuando éstas sacerdotisas tomaron conciencia de esto, comenzaron a reconocer su propio fuego interior que se albergaba en su útero, es decir en su cáliz, siendo este espacio sagrado el nido divino de la nueva conciencia.

Las primeras pitonisas eran canales puros de la tierra y recibían sus visiones e inspiración en las cuevas madres del lugar, poco después creció el número de mujeres que hacían esto y, entonces, el portal se estableció en lo que hoy conocemos como zona arqueológica de Delfos. Estas sacerdotisas imitaban el ritmo de La universus y de la tierra y se conoce por la historia que atendían una vez al año por solo nueve días consecutivos.

Nueve es un número importante dentro de la historia de La universus porque ella extendió su gran campo magnético en nueve tiempos, es decir, parió la vida expulsándola, amplificándola y extendiéndola por todo su útero en nueve momentos. Conforme iba creciendo ella iba plasmando un sentimiento, esto es lo que hoy conocemos como números, son las expresiones que manifestó al tomar conciencia de lo que estaba pasando en su campo de creación infinita.

Si tenemos que poner una imagen de esto podríamos visualizar esta gran matriz (universo) como lo que es, una gran conciencia viva que respira, entonces, esa expansión se parecería mucho al momento del parto donde el útero de la mujer comienza con las contracciones y expansiones; el útero es un músculo que respira, crece, se expande y se contrae para pulsar la vida hacia otra dimensión, esto es lo que está haciendo La Universus.

Entonces, como suelo decir, si quieres conocer cómo funciona la madre en el universo observa la biología de una mujer, allí obtendrás el cáliz encontrado por quiénes despiertan en la nueva era. Las mujeres que luego se dieron a llamar Pitonisas eran totalmente conocedoras de esto y sus primeras manifestaciones datan del 1.000 a.c. Delfos se conoció en ese entonces como ´El ombligo del mundo´ porque precisamente era el lugar desde donde alimentaban y se alimentaban en ese tiempo del planeta.

Les comparto todo esto porque las Pitonisas originales no eran mujeres que veían porque sí todo el tiempo, lo hacían solamente una vez al año y por 9 días seguidos y solo acompañaban con palabras de sabiduría que eran recibidas como inspiración por el corazón de la tierra y del universo. Guiaban a los hombres, no atendían a mujeres, puesto que la lógica de la Alquimia Sexual interna del hombre y la mujer nos demuestra que el poder de visión está en el sexo femenino. Esos siglos de luz magnética en Delfos dejaron sembrada una semilla de cómo hay que utilizar el vórtice del Tercer Ojo. Tiempo después, cuando las Pitonisas comenzaron a ser famosas en todo el continente surgieron aquellas que no hacían un uso adecuado de la visión y entonces la luz fue decayendo hasta la caída de ese inmenso portal. Hemos vivido estos picos alrededor de la tierra desde siempre y es porque aún nos estamos nivelando hacia las alturas, por ello necesitamos subir un poco y bajar otro, de esta forma vamos reconociendo los límites para realizar la transición hacia lo que llamo la experiencia en ondas.

En conclusión, debemos cuidar nuestro poder eléctrico del Tercer Ojo, para ello debemos conectar desde la raíz con la tierra y preguntar, ¿En qué podemos servirle?. Si surge una visión o inspiración bienvenida sea, lo mismo hacer desde el corona hacia la madre en el universo y de esta forma habrá coherencia y pureza en el accionar, no abusaremos del chakra, por lo tanto tampoco seremos abusadas, nos respetaremos, nos respetarán y no crearemos más Karma.

Afirmación para el Chakra Tercer Ojo

“Yo soy un instrumento sagrado de la madre tierra y la madre cósmica, escucho mi voz interna, escucho su voz y sirvo como canal de expresión de nuestra naturaleza”

Fragmento del libro ´El Sueño de María y José´

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Aripka Maia

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